Ingedientes:
1 paquete de galletas (yo he puesto chiquilín)
85 g. de mantequilla
1 chorrito de leche
750 ml. de leche
750 ml. de nata
150 g. de chocolate negro para fundir
150 g. de chocolate con leche para fundir
150 g. de chocolate blanco para fundir
150 g. de azúcar
3 sobres de cuajada
Triturar las galletas hasta hacerlas polvo y mezclar con la mantequilla derretida y un chorrito de leche. Adaptar esta pasta con ayuda de las manos en un molde desmontable untado con mantequilla.
En una cazuela poner al fuego 250 ml. de nata, 200 ml. de leche, 50 g. de azúcar, 1 sobre de cuajada disuelto en otros 50 m. de leche y 150 g. de chocolate negro. Dejar unos siete minutos a fuego medio sin parar de remover y sin que llegue a hervir. Echarlo con cuidado en el molde encima de la base de galletas ayudándonos de un cucharón por el revés para que suavice la caida. Dejaremos que cuaje un poco en el frigorífico antes de echar otra capa de chocolate.
Repetiremos la operación con las otras dos clases de chocolate.
Dejar unas 6 horas antes de desmoldar o bien dejarlo hasta el día siguiente.
P.D. Como lo he hecho para el cumpleaños de mi hija lo he decorado con velas y con unos adornos hechos con chocolate puro.
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