Bizcocho:
200 g. de harina
1 cucharilla de levadura Royal
120 g. de azúcar glas
1 sobre de azúcar avainillado
6 huevos XL
Crema de queso:
1 l. de nata
150 g. de azúcar glas
una pizca de extracto de vainilla
350 g. de queso philadelphia
colorante alimentario de varios colores
Almíbar:
100 ml de agua
30 g. de azúcar
1 chorrito de licor triple seco o cointreau
Preparamos el bizcocho:
Precalentamos el horno a 200º,
Batimos las yemas con el azúcar glas y dos cucharadas de agua hasta que blanquee. Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añadimos con movimientos envolventes las claras a las yemas y por último incorporamos la harina tamizada con la levadura con cuidado para que no se baje la mezcla.
Vertemos el preparado en un molde aceitado y enharinado. Horneamos en la parte de abajo durante 30 minutos a 180º.
Preparamos el almíbar poniendo un cazo al fuego con el agua y el azúcar. Dejamos hervir durante cinco minutos y añadimos un chorro de licor, apartamos del fuego y dejamos enfriar.
Montamos la nata con el queso, la vainilla y el azúcar glas (yo lo he montado en dos veces, 500 de nata, 75 de azúcar, 175 de queso, una pizca de vainilla).
Separamos en partes para colorear, dejando más cantidad de crema blanca con la que rellenaremos el bizcocho y adornaremos por alrededor de la tarta.
Adornamos con rosetas al gusto.
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