Tarta con crema de queso y nata

Bizcocho:

150 g. de harina

1 cucharilla de levadura royal

150 g. de azúcar

5 huevos

1 cucharada de vainilla líquida

Almíbar:

150 ml de agua

50 g. de azúcar

 un chorrito de licor triple seco

Crema de queso y nata:

500 ml. de nata

100 g. de azúcar glas

150 g. de queso philadelphia

una pizca de extracto de vainilla

Otros ingredientes:

almendra laminada tostada

mermelada de albaricoque

cerezas confitadas

chocolate puro

200 ml. de nata

una cucharadita de azúcar glas

Elaboración:

Preparamos el bizcocho:

Precalentamos el horno a 200º.

Batimos el azúcar con los huevos durante 10 minutos. Añadimos la vainilla y por último incorporamos la harina tamizada con la levadura. Echamos el preparado en un molde aceitado y enharinado y horneamos en la parte baja durante 30 minutos a 180º.

Preparamos el almíbar poniendo al fuego un cazo con el azúcar y el agua. Dejamos hervir unos cinco minutos, añadimos el licor y retiramos del fuego.

Preparamos la crema batiendo la nata con el azúcar y el queso crema. Añadimos una pizca de extracto de vainilla. Reservamos una parte de ésta crema y le echamos un poco de colorante rojo hasta formar una pasta rosa.

Batimos los 200 ml. de nata con la cucharilla de azúcar glas.

Montamos la tarta.

Partimos el bizcocho frío por la mitad.

Ponemos una capa de bizcocho, almibaramos, cubrimos con mermelada, seguido ponemos crema ayudándonos de una manga pastelera (mejor desechable).  Colocamos la otra capa de bizcocho y almibaramos. Por encima cubrimos con una ligera capa de crema rosa. Alrededor de la tarta pintamos con mermelada y colocamos la almendra tostada.

Por encima decoramos al gusto con la nata montada y algo de crema rosa.

Deshacemos al baño maría un poco de chocolate y decoramos al gusto.