Ingredientes:
600 g. de harina de fuerza
3 huevos grandes
125 g. de leche templada
1 sobres de levadura seca de panadería o
25 g. de levadura fresca
25 g. de levadura fresca
100 g. de azúcar
100 g. de mantequilla
10 g. de sal
1 cucharada de vainilla líquida
Elaboración:
Poner en el bol de la amasadora la harina tamizada. añadir el azúcar, la sal, la vainilla, los huevos batidos y dejar que amase durante dos minutos a velocidad suave. Añadir entonces la mantequilla a punto pomada, aumentar a velocidad media, seguido añadir la levadura y dejar amasando durante 5 minutos más. Sacar la masa al mármol, terminar de amasar un poco, formar una bola y dejar en un bol enharinado, tapada con un paño en un sitrio templado (yo en el el horno a 25º con un cuenco con agua en el fondo), durante una hora hasta que fermente y doble su volumen. Entonces sacamos al mármol , cortamos la masa en dos partes y vamos partiendo pedazos de 60 g. cada uno. Con las manos hacemos como unos cilindros, aplastamos un poco y vamos poniendo en bandeja con papel de horno. Salen de 16 a 18 piezas. Volvemos a tapar con un paño y dejamos como antes hasta que vuelvan a doblar su volumen durante 30 minutos más.
Ahora sacamos las bandejas del horno, subimos a 225º durante 10 minutos para precalentar y horneamos los bollos en la parte de abajo durante 10 minutos a 200º. Pintamos con mantequilla derretida y espolvoreamos con azúcar.
P.D. Ideales para ponerles una chocolatina o unas pastillitas de chocolate dentro, como me encantaba a mí de pequeña.
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