Ingredientes:
125 g. de leche o agua
150 g. de mantequilla
50 g. de azúcar glas
1 cucharadita rasa de sal pequeña
1 huevo
350 g. de harina de fuerza
15 g.. de levadura de panadero
1 cucharadita colmada de azúcar avainillado
Almíbar:
75 g de agua
75 g. de azúcar
Elaboración:
Poner la harina en un bol, hacer un hueco en el centro y echar en él la levadura disuelta en la leche templada. Añadir 50 g. de mantequilla a punto pomada, el huevo, los azúcares y la sal. Trabajar con las manos o bien con la máquina durante 5 minutos a velocidad baja. Sacar la masa al mármol, formar una bola, si es necesario ayudándonos de un poco más de harina, ponerla en un bol y dejar reposar en un sitio templado (puede ser en el horno a 30º) durante una hora tapada con un paño.
Cuando haya doblado su volumen romper la masa para quitarle el aire y formar un rectángulo ayudándonos con harina. Para enfriar la masa ponemos encima un plástico y hielo y después colocamos en medio 100 g. de mantequilla que tendremos preparada extendida entre dos papeles de hornear formando un rectángulo más pequeño que el de la masa, envolverla y dejar en el frigo durante media hora. Pasado ese tiempo estirar la masa formando un rectángulo largo, darle un par de vueltas dobles y un par de vueltas simples dejando en el firo 10 minutos de reposo para cada vuelta. Nos podemos ayudar con un poco de harina espolvoreada al hacer las vueltas para manejar la masa mejor. Una vez terminadas las vueltas volver a estirar la masa formando un rectángulo muy largo y cortar 10 partes en forma de triángulo, enrollar cada uno y colocar en bandeja de horno. Dejar que fermenten una media hora tapados con un paño a temperatura ambiente y en todo caso meter en el horno apagado.
Precalentar el horno a 225º durante 10 minutos, poner un cuenco con agua abajo del todo, pintar las piezas con huevo batido con un poco de leche y hornear entre 15 a 18 minutos también a 225º hasta que queden doraditos. Al sacar del horno pintar con el almíbar que habremos preparado poniendo el azúcar y el agua durante 10 minutos a hervir.
P.D. Si los hacemos con agua añadir 15 g. de leche en polvo.
Cuando haya doblado su volumen romper la masa para quitarle el aire y formar un rectángulo ayudándonos con harina. Para enfriar la masa ponemos encima un plástico y hielo y después colocamos en medio 100 g. de mantequilla que tendremos preparada extendida entre dos papeles de hornear formando un rectángulo más pequeño que el de la masa, envolverla y dejar en el frigo durante media hora. Pasado ese tiempo estirar la masa formando un rectángulo largo, darle un par de vueltas dobles y un par de vueltas simples dejando en el firo 10 minutos de reposo para cada vuelta. Nos podemos ayudar con un poco de harina espolvoreada al hacer las vueltas para manejar la masa mejor. Una vez terminadas las vueltas volver a estirar la masa formando un rectángulo muy largo y cortar 10 partes en forma de triángulo, enrollar cada uno y colocar en bandeja de horno. Dejar que fermenten una media hora tapados con un paño a temperatura ambiente y en todo caso meter en el horno apagado.
Precalentar el horno a 225º durante 10 minutos, poner un cuenco con agua abajo del todo, pintar las piezas con huevo batido con un poco de leche y hornear entre 15 a 18 minutos también a 225º hasta que queden doraditos. Al sacar del horno pintar con el almíbar que habremos preparado poniendo el azúcar y el agua durante 10 minutos a hervir.
P.D. Si los hacemos con agua añadir 15 g. de leche en polvo.
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